Parte II
Lo tercero: Mis Oportunidades
“Te conviertes en un individuo con éxito en el mismo instante que decides serlo”. Harvey Mackay
Dirigir tu mirada a lo que te rodea. Porque todo lo que te rodea son oportunidades. Lo único que necesitas es darte la oportunidad de detenerte, contemplar…y elegir. Hacer este ejercicio te permitirá disponer de más opciones para posibles Objetivos.
Una Oportunidad es una posibilidad que te atrae, que se describe de forma “poco precisa” (sin claridad).
• Explora cada ámbito de tu vida.
• Selecciona dos o tres oportunidades en cada ámbito.
• Prioriza.
• Escríbelas.
Este paso nos permite explorar y encontrar Oportunidades en ámbitos de tu vida a los que, actualmente, no prestas mucha atención.
Lo Cuarto: Mi misión o propósito
La misión establece la dirección que quiero seguir.
Es el “para qué”. Si tienes clara tu Misión tienen mucha más facilidad para establecer Metas y Objetivos que sean congruentes y, por tanto, más alcanzables.
Te puede ayudar el describir cinco o seis atributos sobre tu persona, de cómo desearías ser recordado y que resumieran tu vida. Eso te ayudara a empezar a vivir ya la vida que quieres y, así, nos asegurarte que el legado o huella que quieres dejar en tus seres queridos es el deseado.
Las oportunidades que has definido, los atributos que has descrito sobre tu persona que describen la persona que quieres ser y hablan de la vida que quieres vivir y las fortaleza sobre los pilares sobre los que construirla.
Relee lo que has hecho hasta ahora, selecciona y sintetiza. Y el resultado será tu Misión o Propósito vital, es decir, la declaración de cómo quieres vivir tu vida de manera que sea congruente con el legado que quieres dejar.
Dispones de una rica información muy rica y amplia para seleccionar y escoger. Evalúa con cuáles te quedas. Utiliza tus cuatro inteligencias y, especialmente, la emocional.
Déjate guiar por tus sentimientos (apenas engañan) y “filtra” (un poco) con las otras (física, racional y espiritual).
¿Cómo sabré que no me equivoco al elegir mi Misión o propósito?
Cuando ya tengas tu declaración de Misión enfrente, léela en voz alta. Sentirás intensamente tu identificación con ella. También, es probable que sientas paz, sosiego, tranquilidad, confianza…Y seguro, que te sentirás atraído, impelido a hacerla realidad, a vivir ya esa vida, con más intensidad y con más foco.
Primero tienes que ser quien realmente eres y, después, hacer lo que necesitas hacer para tener lo que quieres”. Margaret Young