“Los seres humanos en el núcleo de su personalidad tienen la necesidad de ser apreciados”
–Williams James
Cada día miles de personas se esfuerzan en su trabajo para alcanzar el éxito y esperan que su labor sea apreciada y sus esfuerzos reconocidos. Se trata de una cuestión de necesidades básicas humanas, de reconocimiento y aprecio que todos necesitamos, lo cual se revela en la cita de la Madre Teresa de Calcuta: “a menudo las personas necesitan del aprecio más que del pan”. Todo gerente tiene la responsabilidad de atender esta importante expectativa humana, el valorar y reconocer los buenos desempeños y los aportes de sus colaboradores en la Organización.
En general, lamentablemente los gerentes suelen ser para los trabajadores una fuente de castigo más que de recompensas, ya que no se esfuerzan sistemática y planificadamente en reconocer y recompensar la iniciativa o la tarea bien realizada de sus colaboradores. La falta de reconocimiento trae un conjunto de consecuencias negativas que afectan la gestión del negocio, entre las cuales cabe citar:
Disminución de la productividad y de la calidad del trabajo.
Dificultades para atraer y retener el talento.
Incremento de los costes laborales.
Imposibilidad de establecer un compromiso humano y profesional del personal.
Genera disconformidad, resentimientos, rencores y desmotivación.
Disminución del entusiasmo colaborador, llevándole a asumir actitudes defensivas, cometer errores, desconfiar, volverse escéptico y tenga la convicción que es inútil esforzarse porque nadie lo notará.
Desafortunadamente, numerosas empresas no consideran el reconocimiento como una práctica medular de la gestión, lo cual coexiste con la creencia errónea que el salario es el único reconocimiento que necesita el personal y la resistencia de los gerentes a reconocer los aportes e iniciativas de los trabajadores, ya que están muy ocupados en su propio trabajo.
Según Luís Parra Osorio existen al menos 7 razones para reconocer el trabajo de un colaborador:
Porque es un DEBER dar el reconocimiento a quien se lo merece.
Porque el esfuerzo de un TRABAJADOR suma y enriquece el esfuerzo colectivo.
Porque el DESEMPEÑO LABORAL es inspirado, y el mejor pago es exaltar a quien lo cumple.
Porque los TRABAJADORES, como cualquier ser humano, necesitan reconocimiento.
Porque se hace justicia con un TRABAJADOR al exaltar su aporte públicamente.
Porque al exaltar al TRABAJADOR le propicia a su vez mayor reconocimiento del EQUIPO, y éste le colaborará cuando acuda en su búsqueda.
Porque la GERENCIA debe ser un camino sembrado de estrellas de reconocimiento al servicio desinteresado.
Si una Empresa desea destacar y triunfar en el cada vez más competitivo mercado, es indispensable que expanda el potencial y talento de sus empleados. La mejor forma de lograrlo es ofreciendo un eficaz, sincero, público y frecuente reconocimiento, alabando no sólo el trabajo realizado y los resultados, sino valorando a la persona por su voluntad, su participación y su implicación en la Organización.
La gente que se siente apreciada desarrolla una actitud positiva y una alta autoestima, aumentando la confianza en sí mismos y la habilidad por contribuir y colaborar, llevándoles a convertirse en mejores trabajadores.
El reconocimiento y la valoración del personal por sus aportes e iniciativas generan excelentes beneficios tanto para el trabajador como para la Empresa:
Amplía los niveles de satisfacción y retención
Mejora la rentabilidad y productividad de la organización a todos los niveles y a un bajo coste.
Manifiesta la Excelencia Humana de valorar al otro y hacerlo sentir bien.
Es motivante para los demás compañeros, especialmente para los más nuevos, quienes verán que el éxito no pasa desapercibido.
Tiene el efecto de retroalimentar a toda la organización, produciendo el efecto de bola de nieve: crecerá escalonadamente.
El ambiente de la empresa donde hay reconocimiento apropiado y oportuno: es más agradable y más constructivo.
Estimado gerente ahora que conoce la fuerza que tiene el estímulo para reanimar y aumentar el compromiso de sus colaboradores, evalue el trato y la consideración que les dispensa y asuma sin mayor dilación el desafío del Reconocimiento, para generar un ambiente donde el personal pueda desplegar al máximo su potencial, para que pueda dar lo mejor de sí mismo y esté comprometido para crear, innovar y mejorar los resultados del equipo.
“Gracias al reconocimiento sus empleados reflejarán su marca, visión, valores y estrategia cada día y en cada ocasión, lo vivirán y lo transmitirán a través de su comportamiento”; después de todo Albert Einstein advertía “Cuando una persona está lo suficientemente motivada, la disciplina se cuida por sí sola”.
Fuente: Forja.com/blog
Autor: Raixa Rivero