La mayoría de los jefes y directivos que conozco tienen todos los bolsillos de sus pantalones, chaquetas, cajones y bolsos llenos de soluciones. Son las soluciones que han ido coleccionando a través de su experiencia. Descubrir y aplicar muchas de ellas les ha servido para llegar a donde están. Las soluciones, por tanto, son algo valioso para una organización.
Los directivos y jefes tienen personas a su cargo, sus colaboradores. Los resultados que los jefes y directivos consiguen son, principalmente, los que consiguen sus colaboradores. Su misión principal es desarrollar a sus colaboradores para que incrementen su productividad, es decir, los resultados que consiguen.
Una forma efectiva de desarrollarlos es incrementando su poder personal – el concepto de empowerment.
Las malas noticias
La primera mala noticia es que este directivo o jefe recibe con frecuencia la visita de su colaborador que llega abrumado con lo que él llama un problema, porque todavía no le ha explicado que en las organizaciones no existen los problemas sino las oportunidades de aprendizaje y logro.
La segunda mala noticia es que el colaborador descarga el problema encima de su jefe y, en ese mismo momento, nota un gran alivio; el marrón ya pesa menos.
La tercera mala noticia es que el jefe acepta compartir el marrón en la esperanza que en alguno de sus bolsillos estará la solución.
Y ¿sabes cuál es la cuarta mala noticia? Sí has acertado. Que casi siempre la encuentra y, lo que es aún peor, se la da a su colaborador.
Ese jefe cree que le pagan para dar soluciones a sus colaboradores, no para desarrollarlos y hacerles más autónomos y responsables. Tal vez nadie le dijo que su misión principal es desarrollar a sus colaboradores o, puede ser que no sepa cómo hacerlo.
Las buenas noticias
La mejor noticia para ti es que ahora puedes empezar a hacer aquello para lo que te pagan. Sólo necesitas dos cosas.
La primera es la más fácil. Anuncia a tus colaboradores que ya no vas a seguir tolerando la descarga de marrones, a menos que vengan acompañados con tres soluciones viables. De esta forma aseguras que tus colaboradores no siguen practicando la delegación inversa – delegar hacia arriba.
Sólo con esta simple instrucción conseguirás dos logros.
Uno es que se reduzca el número de consultas que recibes, porque alguna de las tres soluciones que ha encontrado le parece adecuada y la pondrá en práctica. La segunda es que llegará con soluciones generalmente aprovechables.
La segunda cosa que necesitas cuando llegue con su oportunidad y las tres soluciones es ayudarle a que tome la decisión más efectiva. Esta es parte más difícil, porque te costará un enorme esfuerzo no sacar la solución apropiada que tienes en tu bolsillo.
En su lugar lo que puedes hacer es utilizar tu habilidad de preguntar y escuchar. Pregunta con la intención de que explore y encuentre la solución. Escucha su respuesta y vuelve a preguntar, pero no digas nada. Sólo pregunta y escucha. Utiliza tu habilidad de paciencia.
Los resultados
El resultado inmediato es que tu colaborador ha encontrado la solución a “su” oportunidad y como es suya la ejecutará con éxito.
El segundo resultado es, sin embargo, más relevante. Has conseguido el desarrollo de tu colaborador porque ahora se siente “autor”, obtiene satisfacción y crece su autoestima, autoconfianza y autoeficacia. De todo eso le estás privando cada vez que sacas tus soluciones del bolsillo.
Incrementar tu productividad personal como jefe o directivo se refiere a inspirar a tus colaboradores para que gestionen más eficazmente las acciones que pueden realizar y no a presumir que tienes los bolsillos llenos de soluciones.
Termino con una reflexión de Bob Moawad: “Ayuda a otros a progresar. Siempre parecerás más alto con alguien sobre tus hombros”.
Autor: Jaime Bácas